Bích Ngà, Cảm Nghĩ Sau Lớp Học Cấp 5 – Tháng 7 Năm 2012, Milpitas

Bich Nga, Centro UHBE de Milpitas
Testimonio y Pensamientos Después de la Clase de Nivel 5 – Julio de 2012

Ha pasado mucho tiempo durante el cual me he sentido mimado, amado y cuidado como el hijo menor de una gran familia. Ahora siento que he encontrado un sentimiento de absoluta paz cuando he “regresado” a la casa espiritual de Energía Universal para el Cuerpo humano.

Aunque esta es la primera vez que he ido a la Sede General del Centro de Meditación de UHBE en Seattle, me sentí como si estuviera en un lugar muy familiar – de siempre – mientras estaba en pie frente al altar de nuestro Gran Maestro meditando durante un largo tiempo. Mediante las enseñanzas de mis maestros Thầy Thuận y Cô Hải, y después Thầy Lưu explicando el significado de la canción “Reunión”, empecé a entender más claramente por qué tenía esa sensación de “volver” a casa. He aprendido que no es una coincidencia que yo sea un miembro de la familia de UHBE en esta vida, sino que es el resultado de mi propia devoción hacia el cultivo espiritual en otras vidas pasadas. Cuanto más sé sobre el Dharma de UHBE, más valoro ser honrado como uno de los afortunados discípulos de la familia de UHBE. Supe que debía continuar siguiendo el camino del Bodhisattva – el camino que Thầy Thuận y Cô Hải animan a seguir a todos los discípulos – con el fin de ayudar y dar soporte a la evolución de la humanidad. Definitivamente he aprendido que a través de la meditación, puedo mantener una mente despierta, con plena conciencia de las perturbaciones del entorno pero sin que me afecte.

He cambiado significativamente durante los tres cortos días desde que terminé las clases de nivel cinco; especialmente he madurado en cuanto a mi forma de pensar sobre la vida. El Centro de UHBE en Milpitas, California del Norte recibió, por parte de Thầy Thuận y Cô Hải, el permiso para abrir el 20 de Marzo de 2012. Para tener nuestra propia casa espiritual en Milpitas, los pioneros del centro tuvimos que superar una enorme cantidad de desafíos, ¡uno tras otro! Hubo momentos en los que pensé en renunciar, pero cada vez que me sentaba a meditar, mi mente recordaba cada sentencia del poema “la Verdad” del Gran Maestro Fundador Dasira Narada y mi fe revivía inmediatamente; mis amigos y yo continuamos trabajando juntos para superar todas las dificultades y seguir avanzando en el camino de nuestro propio cultivo.

El domingo por la mañana, mientras esperaba en el vestíbulo del hotel antes de ir a casa, Thầy Thuận y Cô Hải se unieron con nosotros en el desayuno y continuaron enseñándonos valiosas lecciones mediante charlas informales. Me conmovió profundamente cuando Thầy Thuận compartió increíbles historias – mientras lloraba – acerca de todas las pruebas y dificultades que Thầy y Cô en los primeros días tuvieron que afrontar mientras realizaban la sagrada misión de difundir la Verdad del Gran Maestro Fundador a todas las personas alrededor del mundo. En ese momento, ¡comencé a ver mi dificultad como un grano de arena en el océano comparado con las dificultades de mis maestros!

Después de tres meses de intentar construir continuamente una base sólida para el centro de UHBE en Milpitas; yo, como uno de los pioneros del centro, había estado al frente de todos los discípulos practicando la “conducta del Bodhisattva” con amor y compasión. ¡Pensaba que había dado mucho amor! Pero, de nuevo, ¡mi idea cambió significativamente después de los tres días que estuve en Seattle! Tenía como una especie de sensación de vergüenza en admitir que el amor que les había dado al grupo de mis compañeros de Milpitas era como una fina lluvia en comparación con el torrente de agua de amor incondicional de Thầy Thuận, Cô Hải y todos los hermanos y hermanas que vinieron de otros centros de UHBE desde muy lejos.

Una vez que nuestro grupo estaba en el aeropuerto de Seattle por la noche, el instructor Norman nos saludó con una gran sonrisa en su rostro a pesar de haber estado en el aeropuerto desde primera hora de la mañana para asegurarse de que todos habíamos llegado a salvo al centro de UHBE. Cuando llegamos al hotel, Cô Susan – también con una bonita sonrisa en su cara – nos había estado esperando en la recepción para ayudarnos a resolver lo concerniente a nuestra habitación.

Sin embargo, la clase no hubiera sido un gran éxito sin un montón de deliciosa comida que habían preparado y cocinado con el amor de sus corazones nuestros hermanos y hermanas de UHBE ¡que vinieron desde muy lejos! Podía notar y sentir el amor y cuidado afectuoso en cada cuenco de “pho”, cada piso del delicioso pastel y cada taza de dulce sopa fueron maravillosas. Hasta el momento, no he podido olvidar el eco de la encantadora y dulce voz de Cô Ba cuando nos invitó a comer su postre.

En el último y desafiante día – cuando tuvimos nuestros chakras abiertos – me di cuenta del atento cuidado y sentí la extensa compasión de todos los hermanos y hermanas que ayudaban a organizar la clase mientras Thầy Thuận y Cô Hải estaban abriendo los chakras. Las seis largas horas fueron como diez siglos; justo en el momento en el que me sentí como si estuviera a punto de derrumbarme, mi mente estaba en todas partes, presa del pánico, de repente sentí que alguien me estaba dando la maravillosa energía que había estado esperando. ¡Me había dado energía sin tocarme! ¡Me sentí revitalizado al momento y mi mente regresó al escenario de quietud de inmediato, después de recibir la ayuda milagrosa de un hermano o hermana “desconocido”!

Justo después de tener mis chakras abiertos, hubo un corto espacio de tiempo que me permitió abrir los ojos para prepararme para meditar en posición sentada. Miré con curiosidad por delante y mi corazón se estremeció debido a un sentimiento de amor indescriptible cuando vi a Thầy Thuận que estaba de rodillas en el suelo ¡para abrir los chakras de los pies! Había cerca de 90 discípulos en clase, lo que significa que Thầy Thuận tuvo que arrastrarse por el suelo durante casi cinco horas. No cabe duda que ninguna palabra podría usarse para describir el amor, la compasión y el sacrificio que Thầy y Cô nos dedicaron.

Queridos Thầy y Cô,

Ahora me doy cuenta del porqué queríais que meditáramos de pie. Queríais que mantuviéramos nuestra mente “tranquila”, al mismo tiempo, la posición de pie nos ayudaría a expulsar las impurezas de nuestro sistema más eficazmente. Durante los dos meses que estuve entrenándome en posición de pie en mi centro, había veces que me sentía abatido – y culpé a Thầy y Cô por ser demasiado difícil, exigiéndonos hacer ese duro trabajo, – ¡cuando me dolían las rodillas y mis pies se hinchaban como patas de elefante! Me gustaría dar las gracias a Thầy y Cô por guiarme y animarme ayudándome a pasar por momentos difíciles y finalmente empujándome a través de un largo periodo de viaje de cultivo espiritual lleno de desafíos y pruebas que definitivamente me hacen logras un gran progreso en un corto periodo de tiempo.

Con el valioso conocimiento que he aprendido del Dharma de la disciplina de UHBE – desde Thầy y Cô – durante los últimos tres años y especialmente después de la clase de nivel 5, haré mi mejor esfuerzo por utilizar el Centro de Meditación como un medio material para nutrir las semillas del amor y ayudar a estas hermosas semillas a crecer y diseminarse sin cesar. Voy a tratar de convertir el Centro de Meditación en un lugar ideal para que todo el mundo venga y desarrolle la fe en la disciplina de UHBE y el Dharma de nuestro Gran Maestro Fundador Dasira Narada. Escucharé el Dharma entregado por Thầy y Cô y mantendré estas lecciones en mi corazón. Esto me ayudará a mantener y desarrollar una mente noble, así siempre seré un buen hijo del Gran Maestro Dasira Narada.

Un discípulo del Centro de Meditación de Milpitas – California del Norte.
25 de Julio de 2012.

Forums: 

Monthly archive